No me canso de decirlo, aquí es el único sitio del mundo donde podría pelear.
Semana del 9 de mayo de 2015
Empiezan mis entrenamientos entre semana aunque primero quiero contar mi último entrenamiento de boxeo. Ante el aburrimiento que me ofrece boxear últimamente y la falta de motivación gracias a un profesor que sólo enseña teoría y me hace sudar cero (lo contrario a lo que quiero) y la necesidad de encontrar tiempo para mis entrenamientos de lucha entre semana decido finalizar mi relación con el boxing. Aprovecho esa última clase para hablar con mi entrenador entre semana, los problemas que he tenido últimamente el sábado y en mi decisión.
Lo que más me gusta, que no me sorprende, es cuando tengo una conversación y la otra persona me entiende. No estoy hablando de apoyo, comprensión, aceptación o de darte una palmadita en el hombro porque sí, hablo de entendimiento mutuo. Hablamos del trabajo bien hecho, del trabajo mal hecho, de la forma de abordar las cosas y sobre todo de wrestling. De forma más precisa del wrestling que hago y que hacemos. Esta conversación me ha dado mucho que pensar y me anima en los tres entrenamientos que tengo entre semana hasta tomar mi decisión de volver o no.
Uno de los entrenamientos hace que me de cuenta de una cosa: que tampoco estamos tan mal. Viene gente nueva a probar y hay otros chicos que llevan poco tiempo entrenando. Y la verdad es que no me veo tan mal respecto a los principiantes. Es verdad que aún tengo cosas que trabajar dentro de lo básico absoluto pero eso no significa que no sepa hacer nada bien. Al revés, creo que domino unas cuantas cosas.
En el siguiente entrenamiento coincido por casualidad con mis compañeros de combate. A pesar de que no he tomado una decisión hemos estado escribiendo el combate por internet y no les he dicho nada. Lo único que he hecho por mi cuenta es reescribir el combate cambiando la triple amenaza por un uno contra uno. No quería tomar una decisión que afectara a terceros sin hacer nada a cambio.
Durante el entrenamiento el entrenador nos propone un inicio muy técnico con movimientos de cuerdas y una velocidad a las que no estamos acostumbrados. Me doy cuenta que no es una cuestión de mejor o peor nivel es cuestión de que tengo mucho que aprender y estoy aprendiendo demasiado lento. Tengo muy buena química con mis compañeros y está ayudando a remotivarme.
Después del tercer entrenamiento no hay más que hablar. Nicky vuelve, a pesar de que realmente, nunca se fue.